Los especialistas detallaron las características que estos tipos de bolsos deben cumplir para evitar problemas físicos en los niños.
El esfuerzo de las empresas dedicadas al rubro de las mochilas por crear productos de alta calidad no es fortuito. Un mal diseño o una calidad deficiente puede significar graves problemas para sus clientes, es decir, los niños.
Los distintos tamaños, tipos, acolchado, entre otras características, apuntan a generar una mejor experiencia en lo que significa utilizar ese bolso diariamente durante casi nueve meses.
El kinesiólogo Jaime Bahamonde explicó que el porte de la mochila debe coincidir con el tamaño del niño, “los tirantes deben quedar a la altura de los hombros y en total no debe sobrepasar la parte lumbar”.
La idea es que el peso siempre sea distribuido de manera equivalente en los dos hombros. Los bolsos de un tirante quedan totalmente prohibidos cuando se trata de asistir al colegio, puesto que su uso constante puede generar problemas lumbares al cargar sólo un lado del cuerpo.
En base a esto, las mochilas de marcas como Saxoline y Head consideran tirantes acolchados y reforzados. Asimismo, para los niños más pequeños se recomiendan las que tienen ruedas.
Por ejemplo, las mochilas Xtreme de Saxoline modelo Traffic, actualmente se fabrican con ruedas de alta resistencia y ajuste de tres alturas en la manilla de arrastre, puesto que también es perjudicial para la salud del estudiante que tenga que agacharse para empujarla.
“En los primeros años de escolaridad lo ideal son las mochilas con ruedas y las que tienen la parte de la espalda rígidas y acolchadas, puesto que eso obligará al niño a tener una postura derecha con peso en ambos hombros”, agregó el especialista.