Una hora y media duró la reunión que sostuvieron la ministra de Educación, Mónica Jiménez y su sucesor, Joaquín Lavín, junto a sus asesores, en el gabinete de la Secretaría de Estado en el séptimo piso del edificio, emplazada en Alameda con Teatinos. En esta cita se arreglaron los detalles para el cambio de mando en la cartera,... donde se definió que desde el próximo lunes, los equipos de Jiménez y Lavín llevarán a cabo reuniones diarias para afinar el traspaso del ministerio el próximo 11 de marzo.Al término de la cita, el futuro ministro de Educación se defendió de las críticas que han surgido por su nominación, emanadas desde el Colegio de Profesores y de dirigentes estudiantiles, explicando que “este es un sector demasiado trascendente en el que se va a requerir generosidad mucho más allá de los colores políticos”. Asimismo, hizo un llamado a la unión de todos los actores: “Yo les pido que cuando conversemos, lo hagamos sin prejuicios. La educación es demasiado importante (...) Esto lo vamos a tener que hacer entre todos: profesores, estudiantes y, sobre todo, la familia”, afirmó Lavín.
El futuro ministro demostró su intención de trabajar por todos y para todos, explicando lo necesario que son los acuerdos en esta materia. “Si hay un sector en Chile que necesita acuerdos nacionales, donde la democracia de los acuerdos tiene que funcionar, es la educación” concluyó.
