Bomberos atrapados

General
20/02/2010 a las 09:40
Luego de un lapso de 30 minutos, nuevamente el incendio parecía ceder. Voluntarios subieron a la techumbre de La Pincoya para mojarla y así evitar un rebrote.
Cuando tres bomberos se encontraban en estas tareas, repentinamente las llamas volvieron a aparecer y, como el viento cambió repentinamente de dirección,  las flamas rodearon a los voluntarios, lo que produjo que  se vivieran momentos de tensión máxima.
“¡Bajen de ahí!”, gritaron desesperadamente un grupo de voluntarios a los compañeros que aún estaban en el techo, quienes atravesaron raudamente las llamas, por lo que casi cayeron, y bajaron frenéticamente por la escalera. Afortunadamente, no hubo lesionados que lamentar.
El fuego cobró una fuerza magna, y ocurrió lo que se intentó evitar: los árboles que rodeaban el lugar fueron alcanzados por las llamas y éstas superaron los 20 metros de altura.
El calor del lugar se elevó tornándose insoportable y Carabineros tuvo que ampliar el área de resguardo, alejando aún más a las personas que observaban con gran tristeza cómo uno de los locales más tradicionales de Punta Arenas era consumido en su totalidad.
El agua perdía presión y los esfuerzos por controlar el siniestro parecían vanos. El incendio parecía en esos momentos que alcanzaría las embarcaciones pesqueras, las cuales contenían una considerable cantidad de combustible, lo que obligó a los caballeros del fuego a combatir el incendio desde el costado sur del recinto para impedir que la tragedia fuese aún mayor.
Pasadas las 19 horas llegó hasta el lugar un carro con escalera telescópica para combatir las llamas desde altura.
Luego de cerca de dos horas de una ardua tarea,  se logró controlar definitivamente el siniestro. El panorama era desolador. La Pincoya fue reducida a cenizas y no se logró salvar nada.
A escasos metros de las ruinas se encontraba Victor Trelles. El propietario miraba desconsolado el lugar y no ocultaba el profundo dolor que le provocaba ver su local arrasado por las llamas. A su alrededor se encontraba Miguel Ángel “Centella” y Esteban “Chepo” Sepúlveda, quienes intentaban apoyar al amigo en los traumáticos momentos que vivía.
“Es lamentable lo que sucedió. En este lugar se presentaron innumerables artistas y era una tradición en la región. Es muy triste. Vine a ver a mi amigo para brindarle mi apoyo en estos difíciles momentos”, declaró “Chepo” Sepúlveda.

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