Faltando dos minutos para las 22.00 horas se apagaron las luces de la Quinta Vergara, para dar inicio a la sobria y notable obertura de la versión 51ª del Festival de la Canción de Viña del Mar, que este año estuvo a cargo del Ballet Folclórico de Chile, que mezcló distintos matices; en un comienzo un grupo de niños, además de mujeres cubiertas con el estandarte patrio, fueron los protagonistas, que junto con un impecable juego de luces, crearon el ambiente ideal para llevar a cabo un homenaje al Bicentenario de Chile, hecho que se vio coronado con una gigante bandera chilena que atravesó la Quinta Vergara, al fulgor de fuegos artificiales, que lograron un momento emotivo, que fue coronado, como era de esperarse, con un ¡Viva Chile!
Luego fue el turno de la pareja de animadores, que como es tradicional intercambiaron elogios, y cumplieron, con el ya deslucido beso de los animadores.
“Volvería mil veces”
La noche empezó de la mejor forma, con todo el humor y la crítica social de Coco Legrand, quizás uno de los pocos humoristas chilenos que se han mantenido por generaciones, y que en más de una hora, mantuvo expectante a la Quinta Vergara, que por momentos explotó en risas, al compás de la rutina, estilo café concert, que nos tiene acostumbrados el “motoquero” cómico.
Como siempre, el humor del Coco tuvo matices sociales y políticos, como críticas a la administración pública.
Más de una hora sobre el escenario y el Coco se fue en su Harley negra. Entraron los animadores y el humorista volvió con otra moto. Era de color celeste y explicó a la pareja festivalera como fue construida.
Nuevamente se fue, pero volvió para recibir las antorchas de plata y dos de oro; y después la gaviota de plata.
En la posterior conferencia de prensa, Legrand agradeció el cariño del público, y señaló que su actuación no fue nada de fácil, ya que está ad portas de realizarse una delicada operación, hecho que lo mantiene bajo medicamentos. “La gente de la Quinta Vergara me regaló todo su cariño, y es por esto que me voy satisfecho, me sentí cómodo y volvería mil veces, pero a veces la salud es la que manda”, enfatizó Legrand, quien además expresó que le hubiese encantado actuar con su hijo en el Festival de Viña del Mar. En esta nueva presentación en el certamen de la Ciudad Jardín, el humorista número uno de Chile demostró que está más vigente que nunca.
Competencia internacional
Luego fue la presentación del jurado de la competencia internacional, presidido por el cantante Beto Cuevas.
Representando a Chile, el grupo Difuntos Correa dio el vamos a la lucha por la gaviota con la canción “El Tiempo en las Bastillas”, y luego se presentó Italia con la canción “Volaré”, España con “Eres Tú”, Argentina con “El día que me quieras”, y cerró México con la canción “Si nos dejan”.
La emoción del “Tío”
Otro que también tuvo una excelente noche fue el pianista nacional Valentín Trujillo.
Junto a su familia, el “Tío Valentín” emocionó a una Quinta que sabe de sus años deleitando con el piano.
Sobre el escenario, disfrutó junto a su hijo y a dos nietos, los que cantaron varias canciones en inglés. Terminó la actuación y el público premió con antorchas y la gaviota de plata, en un premio incuestionable a la trayectoria de Trujillo quien no ocultó su emoción y agradecimiento al público.
El plato fuerte de la noche era Paul Anka, quien aún no se subía al escenario musical más importante de Chile al cierre de esta edición.