En el año 2006 se promulgó la ley Nº 20.105 que hace referencia a todo lo que concierne al tabaco. En esta ley se entregan los lineamientos generales que están obligados a seguir las empresas tabacaleras y el comercio con respecto de la venta, publicidad y lugares autorizados para fumar.
¿Quién fiscaliza esto?
La Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud, a través del Departamento de Acción Sanitaria.
Sergio Pérez, encargado de este departamento, explicó que durante el año 2009 se realizaron alrededor de 200 fiscalizaciones en Punta Arenas, específicamente en locales comerciales (pubs, discotecas, restaurantes y salones de fiesta), establecimientos educacionales y deportivos, encontrando faltas en seis de ellos, (cuatro gimnasios, hipódromo y casino Dreams) lo que se tradujo, según explica Pérez, en “la creación de un acta y la posterior entrega al juzgado de policía local, para que éste aplique la correspondiente multa”.
Sobre el cumplimiento de la norma existente, el funcionario regional expresó que la mayoría de los locales sí la cumple.
“Al existir más de 200 fiscalizaciones durante el año 2009 y encontrar a sólo seis locales que no cumplen con la ley, podemos observar que la ley se está cumpliendo aquí en Punta Arenas”.
La encargada del programa de control del tabaquismo de la seremi de Salud, Carla Castillo, comentó que se trabaja con talleres a organizaciones sociales y colegios, especialmente con alumnos de octavo básico y segundo medio.
“Se trabaja con todos los establecimientos educacionales de la zona, especialmente con los alumnos de octavo básico, que es donde comienzan a fumar y los estudiantes de segundo año de la enseñanza media, que es la última opción para sacarlos del vicio”, argumentó la encargada.
Sobre el efecto que ha tenido en la gente esta ley, Castillo comentó que hasta este momento no se ha hecho un catastro de resultados de las campañas, pero sí “que existe una conciencia social de que el fumar hace mal, está mal visto” sentenció.
La Ley
Dentro de las principales restricciones de esta ley se encuentran la prohibición de fumar en establecimientos educacionales de prebásica, básica y media, recintos donde se expendan combustibles, medios de transporte de uso público o colectivo, lugares donde se fabriquen, procesen o depositen o manipulen explosivos, materiales inflamables, medicamentos y comestibles.
Existen otros lugares en donde sí se puede fumar, pero siempre y cuando sea en los patios o en espacios públicos al aire libre, tales como recintos o dependencias de los órganos del Estado. También en las oficinas individuales, sólo si cuentan con ventilación o extracción del aire, instituciones de educación superior, públicos y privados, establecimientos de salud, públicos y privados, aeropuertos y terrapuertos, teatros, cines, lugares en que se presenten espectáculos culturales y musicales, salvo que sean al aire libre, gimnasios y recintos deportivos, centros de atención o de prestación de servicios abiertos al público en general, supermercados, centros comerciales y demás establecimientos similares de libre acceso al público.
¿Se puede fumar en bares,
discotecas o restaurantes?
Si estos lugares tienen una superficie de más de 100 metros cuadrados, deben, por ley, separar sus ambientes entre fumadores y no fumadores, dejando un 40% para los primeros y el 60% restante para los segundos, permitiendo un ambiente limpio y ventilado para los que no fuman. Ahora, si la superficie es menor a 100 metros cuadrados se debe optar entre fumadores o no fumadores, debiendo especificarse en la entrada. Si el lugar especifica que es para fumadores y tiene menos de 100 metros cuadrados, a este no podrán entrar menores de edad.
¿Qué restricciones tiene
la venta de cigarros?
No se puede vender a menos de 100 metros de los colegios, se prohíbe la venta a menores de 18 años  y se prohíbe la venta de cigarrillos sueltos.
Sobre las normativas de publicidad, ésta debe contener una clara y precisa advertencia de los daños, enfermedades y efectos que implica el consumo de cigarrillos para la salud de las personas.
Esto corre tanto para los carteles publicitarios, avisos de televisión o paquetes y cajetillas de cigarrillos. La advertencia debe ocupar un 50% del total de la superficie.