
El objetivo de este derecho es que los muchachos que se matricularon en otra institución para asegurar un cupo, puedan desistir del contrato sin explicar porqué, si tras la publicación de los resultados toman otra decisión porque quedaron en el plantel que querían, por ejemplo.
Eso implica que el establecimiento no puede cobrar por los servicios no prestados y debe devolver lo pagado por la matrícula y la documentación que respalda el pago del año. La institución sólo podrá retener de la matrícula, hasta el 1% del arancel anual de la carrera por concepto de costos de administración, en la medida que esto haya sido informado previamente al estudiante.
La entidad recordó además que las instituciones de educación superior deben devolver lo pagado y los documentos, en un plazo de 10 días desde que se ejerció el retracto. Por lo que no corresponde que, por ejemplo, se les diga que "la plata se devuelve en marzo".
Este derecho aplica aunque los estudiantes se hayan matriculado "en verde" o con meses de anterioridad a la publicación de las postulaciones a las universidades. Es decir, de todas maneras el plazo de 10 días para arrepentirse del contrato corre para esos casos.