Con hondo pesar de familiares, colegas del Colegio Juan Bautista Contardi de Punta Arenas, conocidos y amigos se realizaron los funerales de Manuel Menéndez, el paradocente asesinado el 7 de febrero en el kilómetro 11, al sur de Punta Arenas.
Los restos de Menéndez fueron trasladados el miércoles desde el Cementerio Cruz de Froward, donde se realizó una breve ceremonia, hasta Puerto Natales.
El cortejo fúnebre llegó a la capital de la Provincia de Última Esperanza a las 23.00 horas y se trasladó hasta la capilla del Buen Pastor para efectuar la capilla ardiente.
Ayer se realizó una emotiva misa a las 15.30 horas y posteriormente se trasladó al cementerio Padre Pedro María Rosas.
El director del Colegio Juan Bautista Contardi, José Raúl Alvarado Díaz , le tocó despedir a su subalterno con un emocionado discurso, donde resaltó gran parte de la vida como profesor y colega  de Menéndez, caracterizada por una conducta intachable.
Luego habló la hermana del fallecido, Lilian Osorio González, quien agradeció a quienes estuvieron desde el primer momento junto a su madre, Eduvina González, y a sus familiares. “Agradezco las palabras de aliento en estos momentos, los más difíciles de la vida y tengo un eterno agradecimiento a todos quienes ayudaron en la búsqueda”, dijo Osorio.
La hermana agradeció de manera especial a los casi 70 colegas de trabajo del colegio que viajaron exclusivamente para acompañarlo hasta su última morada.
Piden justicia
Luis Soto, cuñado de Manuel  Menéndez, manifestó que “en estos momentos estamos despidiéndolo, después de 17 días que estuvo perdido poniendo punto final a los momentos angustiantes que vivía la familia. Apareció muerto, damos gracias a Dios que ayudaron los rezos de la gente y a  Carabineros por encontrar el cuerpo y poder darle una digna sepultura”, dijo Soto.
Además, agregó que  “ahora viene el segundo paso, que la justicia haga su trabajo, lo cual hasta el momento se ha hecho muy bien y esperamos que las personas que cometieron este crimen paguen sus culpas como la ley manda”, manifestó.
Al ser consultado por la captura de Luis Fabián Bórquez, autor confeso del asesinato, Soto señaló que “no existe el rencor para un cristiano. Nunca hay rencor, pero da pena saber que existe gente que hace estas maldades y quién paga: el creyente, la gente sana, la gente humilde y que destroza familias”.
El cuñado, pese a que Bórquez confesó haber cometido el crimen solo, no descarta que hayan más personas involucradas y espera que al ser condenadas se arrepientan de haber cometido el crimen.
“Envío un mensaje para quienes cometieron esto: que los años de su condena que les declare la justicia ayude para que se reivindiquen y puedan rehabilitarse para insertarse en la sociedad. Según la experiencia, son muy pocos los casos que pasa esto, pero con la ayuda del Señor,  con la ayuda de la justicia, espero que los culpables tengan un poco de remordimiento y escojan el camino bueno de la vida” finalizó.