La Municipalidad de Punta Arenas, a raíz de los cerca de 40 mil perros que hay en la capital magallánica, se encuentra fomentando la educación hacia la comunidad, interesados en promover el cuidado y tenencia responsable de mascotas, para que sea compatible con la higiene, salud pública, y la seguridad de las personas y bienes, así también para garantizar la debida protección de dichas mascotas, potenciando una tenencia responsable y una conducta cívica, a través de campañas privadas a nivel local, y en conjunto con las distintas organizaciones tanto públicas como de particulares dedicadas a este fin.
De esta forma, se está trabajando duro por la erradicación de los perros de las calles, por medio de la modificación de la ordenanza de canes y por sobre todo, fomentando la educación de los más pequeños, instruyéndolos sobre las responsabilidades y deberes que acarrea el cuidado de un animal.
Según Karina Bastías , encargada de asuntos medioambientales del municipio, es de suma importancia recalcar y comunicar las obligaciones de los tenedores de perros. Así, destaca entre las normas de la ordenanza municipal el deber de “mantenerlos dentro de su domicilio o lugar destinado a su cuidado, sin provocar molestias, daño y peligro a los vecinos, conservando los cierres perimetrales en buenas condiciones estructurales y evitando la proyección al exterior de la cabeza de los animales o su fuga”. Punto de suma importancia, ya que la bióloga destaca que “más del 60% de los perros que hay actualmente circulando en las calles tienen dueño”.
A su vez, los perros y sus sitios de permanencia no deberán ser causa u origen de problemas de salud pública o del ambiente, ya sea mediante ruidos molestos, malos olores, focos de insalubridad u otros. Como también, los animales no podrán acceder libremente a las vías y espacios públicos, deberán siempre ser conducidos por sus poseedores, y provistos de su identificación municipal o el elemento que se entregue en el momento de su inscripción.
Todas estas reglas rigen en la capital magallánica desde junio de 2009, y las personas que no cumplan con estos mandatos se exponen a multas que pueden llegar a igualar las tres unidades tributarias mensuales (aproximadamente
$ 100 mil).
Bastías señaló que en paralelo a este decreto implementado por el Concejo Municipal, se ha invertido en lo que va de todo este ambicioso proyecto, más de $ 120 millones, dinero destinado a charlas en las poblaciones, ferias caninas en diferentes puntos de la ciudad, donde se vacuna, desparasita e inscribe a los caninos de forma gratuita. Sumado a esto, como medida extra para poner atajo a los imprudentes, se está instalando un microchip en el lomo de los animales, que actúa como mecanismo de identificación. De este modo, al ser encontrado un ejemplar vagando libremente en la calle, las autoridades podrán saber a quién le compete la responsabilidad, y de tal forma, dar curso a las respectivas sanciones.
En tanto, las autoridades municipales trabajan en el proyecto de un nuevo centro de rescate canino, que contemplará tratamiento completo para cerca de cien perros sin dueño, los cuales después de un tiempo, podrán ser dados en adopción a las personas que demuestren buena conducta con respecto al tema, y además, se planea la incorporación de un nuevo centro de control sanitario en el Parque María Behety y de una clínica veterinaria móvil para áreas rurales. Ambos servicios entregarán una completa asistencia sanitaria, de forma gratuita, a todo aquel que lo solicite.
Para este año, comenta Bastías, se espera que nuevamente se continúe inyectando una suma importante de fondos en la lucha para sacar de las calles a las jaurías sin dueño, como también, gestionar la aprobación de nuevos planes y programas de contención al problema en el Gobierno Regional.