
La diferencia la marcó desde un comienzo, con una sólida puesta en escena, sencillez y calidad musical.
Se llevó las antorchas de plata y oro, además de una doble gaviota, los máximos galardones a los que puede aspirar un artista en la Quinta Vergara.
El espectáculo tuvo momentos inolvidables, como el masivo y afinado coro femenino del público en casi todas las canciones y cuando el intérprete invitó a una dama a acompañarlo en el tema “Señora de las cuatro décadas”.