
A esa misma hora en el sector de la sala de espera se veía una gran ansiedad y emoción por las personas que fueron a recibir a sus seres queridos, cuando llego el momento esperado no se vieron más que abrazos, lágrimas y besos en el aeropuerto. Muchos de las personas que llegaron dijeron que tienen que darle gracias a Dios por estar con vida.