La designación del intendente del gobierno de Sebastián Piñera en Magallanes ha generado numerosas reuniones y hasta el cierre de esta edición aún no había un acuerdo al respecto, porque por primera vez desde el retorno a la democracia se produce un hecho político que pondrá a prueba a la futura administración: en los próximos cuatro años el gobierno de turno no tendrá ningún representante parlamentario en esta región, lo que hará aún más difícil manejar una zona del país caracterizada por el “regionalismo”. El gobierno de Piñera no poseería la mayoría en ninguna de las dos cámaras del Congreso, por lo que aliarse con los parlamentarios independientes es una de las salidas que ven en la derecha para obtener la aprobación a los proyectos que pretenda agilizar el Ejecutivo.
El senador Carlos Bianchi y el diputado electo Miodrag Marinovic se han mostrado dispuestos a lograr acercamientos con la Coalición, pero la decisión de quién quede a la cabeza de la intendencia regional es uno de los puntos fundamentales.
Los nombres que producen mayor aceptación de los independientes: Tatiana Vásquez, alcaldesa de Río Verde; Iván Nikovic, ex presidente de la Cámara Franca, y el cirujano Francisco Berger, incomodan al diputado de la UDI Rodrigo Álvarez y al presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín. Ellos quieren sentar en “La Moneda Chica” a sus “delfines”: Claudio Radonich (RN) y Arturo Storaker (UDI).
Inexplicablemente, dos actores como Álvarez y Larraín, que han presentado candidatos perdedores finalmente, quieren ejercer presión. Pero la postura no es bien mirada por la ciudadanía y menos por algunos integrantes de las bases de los partidos aliancistas. Según fuentes cercanas a RN y UDI “no es posible que desde Santiago se quiera manejar los nombramientos. Ellos no están acá. Y claramente quieren poner a cercanos. Pero ninguno de sus nombres provocan aprobación. Quieren inmiscuirse desde lejos”.
Además, manifiestan que si Piñera se decidiera por uno de los dos ex postulantes a la Cámara Baja, nuevamente estaría rompiendo una de sus promesas de campaña de no ubicar en puestos a “candidatos perdedores”. Al mismo tiempo, se piensa que los dos no son las mejores cartas. A Storaker se le critica su lejanía con la gente, su marcada imagen de empresario y el fracaso electoral de diciembre, donde obtuvo la peor votación histórica de un postulante de derecha a la Cámara Baja.
Por su parte, según partidarios de RN, Radonich no genera simpatías. No tiene experiencia política, no conoce profundamente la realidad de la zona debido a que la mayor parte de su vida la ha realizado fuera de la región y su manejo comunicacional en las pasadas elecciones no fue el más adecuado, enfrascándose en disputas que más que favorecerlo lo terminaron por liquidar en sus aspiraciones por ser diputado.
Pero Álvarez y Larraín insisten en ellos, aunque también el UDI ha sumado el nombre del presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC regional), Alejandro Kusanovic. No obstante, ello no convence a Piñera, quien sabe que Larraín no conoce las diversas realidades de Magallanes, y la imagen de Álvarez en la región no es de las mejores desde que el legislador decidiera alejarse de la zona y privilegiar su carrera política dentro del gremialismo. Además, en la UDI regional no le perdonan haber abandonado a Storaker en los comicios de diciembre y distanciarse no sólo geográficamente.
Así, las mismas bases de la Coalición sienten que el presidente de RN y el futuro subsecretario de Hacienda están solamente velando por sus intereses personales y que la mejor candidata para la intendencia es Tatiana Vásquez.
El rechazo de los nombres puestos en la mesa por los independientes es encabezado por Álvarez y Larraín, y a estos se suman los tres candidatos propuestos por ellos: Radonich, Storaker y Kusanovic, además del timonel regional de RN, Mauro Bravo, quien también señalaba tener los méritos para quedarse, a partir del 11 de marzo, con las llaves del edificio ubicado frente a la Plaza de Armas Benjamín Muñoz Gamero .
