Tras permanecer casi una semana en prisión  recuperó su libertad una persona que el sábado 27 de febrero fue detenido en Puerto Natales, tras ser denunciado por el delito de violación por quien hasta ese momento era su conviviente. Esto le significó ser formalizado y enviado a prisión preventiva por el juez de Garantía de Puerto Natales, ciudad donde ocurrieron los hechos.
Sin embargo, el jueves en la mañana se produjo un vuelco judicial cuando la supuesta víctima, ante el tribunal de Garantía de la capital de Última Esperanza, declaró de manera voluntaria y muy arrepentida, que su denuncia era falsa y que nunca había existido una violación sino que,... por el contrario, habían tenido relaciones sexuales consentidas, luego de lo cual por celos de su ex pareja, éste sólo le había propinado una bofetada, pero en ningún caso la había violado.
Con esta declaración en las manos, el defensor penal público de Puerto Natales, Juan Ignacio Lafontaine, solicitó el sobreseimiento definitivo de la causa y la inmediata libertad del imputado, petición que fue acogida por el tribunal.

“Sistema perverso”
Lafontaine, haciendo referencia a este tipo de denuncias falsas cuestionó lo perverso del sistema “porque permite, como de hecho, en este caso ocurrió, que baste sólo una denuncia mentirosa, y sin encontrar otras pruebas como ser rastros de violencia genital, enviar a prisión a un ciudadano que era inocente del grave cargo de violación que el fiscal le formulaba”.
“Afortunadamente, para  mi defendido, la supuesta víctima recapacitó, dijo la verdad y logró enmendar en parte el daño provocado, pero nadie le va a devolver los días que pasó en prisión, pero ¿cuál hubiese sido el futuro para él si esta mentira continúa?”, reflexionó el jurista.
Por lo mismo, el defensor hizo un llamado a los intervinientes a ser más rigurosos al momento de ponderar los requisitos para solicitar y otorgar la medida cautelar más gravosa que contempla le legislación chilena, como es la prisión preventiva. “No hay que olvidar –dijo Lafontaine– que está en juego la pérdida de la libertad de un ser humano lo que le produce, a la postre, un daño que nadie puede reparar”.