
En la casa principal, donde viven los padres, un hermano de la mujer que en esos momentos se dirigía al segundo piso vio cuando comenzaba a salir humo de la vivienda de su hermana. Con un fuerte grito alertó a su padre de la emergencia y el hombre entró desesperado a la casa a buscar a su nieto. “¡Matías, Matías, dónde estás. Acá estoy tatita!”, le respondía el niño. Pero el espeso humo estuvo a punto de jugarle una mala pasada, porque una vez que le tomó la mano al pequeño se desorientó y no encontraba la puerta para salir.
Por eso Jimena Gallardo Silva, agradece el gesto de su padre y hermanos, ya que de lo contrario las circunstancias pudieron ser peores a la destrucción material, llegando casi a lamentar una muerte.
“Lo material se recupera, pero la vida no”, reflexiona esta modesta mujer que ahora espera la solidaridad de los magallánicos para poder reconstruir el inmueble que ocuparon por siete años. Materiales como madera, clavos o planchas de fierro son fundamentales. Aunque desde ya agradece la mano cariñosa de los vecinos, la municipalidad de Punta Arenas y colegas de trabajo, tanto de su esposo (Unimarc sur) como de ella (Lider express), donde trabaja los fines de semana.
Estudiando
Confiada en que la única forma de salir adelante es perfeccionándose, el año pasado decidió estudiar técnico de enfermería en Inacap. “El día del incendio estaba en clases, cuando me fue a buscar mi profesora a la sala. Pasó algo en tu casa, pero en el camino te cuento”, me dijo. En el trayecto la fue preparando hasta decirle lo sucedido, aunque no le comentó nada del niño menor que había sido rescatado por el abuelo.
Los hijos del matrimonio son: Javier, de nueve años, estudiante de cuarto básico de la Escuela Padre Alberto Hurtado; y Matías, de cuatro años, alumno de pre kínder del mismo establecimiento. Ambos perdieron todo en el incendio, cuadernos, uniforme y la ropa de vestir. Al igual que los padres, que literalmente quedaron con lo puesto.
En estos momentos Javier Hernández, Jimena Gallardo y ambos hijos están alojando momentáneamente en casa de los padres de la mujer, en Ramón Carnicer Nº 0267. Cualquier ayuda se puede hacer llegar a esta dirección o contactarse con ellos al fono 263528.
“Milagro de Dios”
Jimena Gallardo es una convencida de que “mi hijo (Matías) se salvó por milagro de Dios, ya que de no ser porque mi hermano se percató del humo y mi papá estaba en la casa, pudo quedar atrapado”.
El inmueble que por tantos años los cobijó, con tres dormitorios en un segundo piso, además del living, comedor, cocina y baño, fueron completamente destruidos por la voracidad de las llamas que no permitió salvar nada.