
Nuevamente se volvieron a escuchar los antecedentes recopilados durante la investigación judicial, respecto de uno de los episodios sexuales más escabrosos cometidos por un antisocial en Punta Arenas.
Este sujeto, guardia de seguridad, trajo desde Santiago a su hija y la llevó a vivir con él a una pensión, de calle Belisario García. Pero los que tenían que ser días de reposo y vacaciones para la niña se transformaron en una verdadera pesadilla. Ella jamás pensó que su progenitor la traía a esta austral ciudad para saciar sus bajos instintos sexuales.
Abrumada por estos vejámenes decidió escapar de la pensión y salir en busca de ayuda. Gracias a esto a comienzos de agosto del año pasado quedó al descubierto lo que estaba sucediendo con la menor, y la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI procedió a detener al agresor.
La investigación permitió establecer que la menor fue violada en reiteradas oportunidades, a los menos ocho veces, “utilizando fuerza, consistente en mantenerla sujeta fuertemente de sus brazos, de manera que le impedía resistirse a los actos del acusado e intimidación, al amenazarla de muerte señalándole que si contaba lo que estaba ocurriendo la mataría y luego el mismo se quitaría la vida”.
La menor, después de huir de la pensión, llegó a Carabineros a quienes relató lo sucedido. Luego el fiscal entregó el caso a la PDI y el 3 de agosto el depravado fue llevado a tribunales donde fue formalizado por violación. Lo que se conoció en su momento fue que él perdió contacto con la niña siendo esta pequeña. De adolescente la encontró, la trajo a Punta Arenas por unos días, y en una cama que compartía con ella la violó.
Lo peor de todo, es que el año 2007 el antisocial cumplió una condena de 10 años de cárcel en Temuco por el mismo delito, y registraba una orden de detención pendiente por agredir a un hermano.
El juicio oral en contra de esta persona debiera ser un mes más. Al término de la audiencia le pidió al juez que gestionara con la PDI el reintegro de un celular que le incautaron, donde tenía imágenes que quería incorporar como prueba en su favor. El magistrado negó esta opción porque había pasado el momento para ello.