
Esta persona, que permanecía en libertad... dado que anteriormente no se había acogido la medida de prisión preventiva, ayer fue ingresada a la cárcel porque después de conocido el veredicto el nuevo fiscal especialista en delitos sexuales, Fernando Dobson (quien actuó asesorado por el fiscal regional Juan Agustín Meléndez), solicitó a los magistrados la prisión preventiva, fundamentando la petición en que existiendo un veredicto condenatorio se hace presente el peligro de fuga. Más aún cuando este juicio debió ser postergado ya que en noviembre Díaz no se presentó al tribunal.
Violación
Las pruebas de la fiscalía fueron suficientes para dar por acreditada la violación en contra de la víctima, una menor de 16 años, quien producto de este delito quedó embarazada y el 22 de septiembre de 2008 dio a luz un bebé. Pese a los ruegos de la niña para que no le hiciera nada, porque nunca había tenido relaciones sexuales, igual consumó el acto.
Frente a los jueces, la menor ratificó ayer sus dichos, desvirtuando la teoría del acusado de que ella accedió voluntariamente a los requerimientos sexuales. “Ella me contó que fue a la fuerza”, declaró ayer la madre cuando le preguntaron por lo que le había contado su hija. “Ahora por el niño (el nieto) tenemos que salir adelante”, acotó.
Conforme
Fernando Dobson quedó conforme con el veredicto “Conseguimos acreditar lo que nos habíamos propuesto de acuerdo a la prueba recabada durante la investigación, y el tribunal así lo consideró”.
Consultado por el grado de afectación de la víctima, respondió que “en ella existe un daño considerable, principalmente en su historia de vida, acarreados producto de los hechos que logramos acreditar, ya que el resultado final fue el nacimiento de un hijo y esa circunstancia, como la pudo referir el sicólogo, es un recuerdo latente de la etapa traumática que le tocó vivir”.
A esto, indicó Dobson, cabe asociar la historia de vida que presentaba la menor. Sobre la teoría de la defensa, basada en los dichos de su cliente, que siempre dijo que la relación con la niña fue consentida, el fiscal sostuvo que “el tribunal no recibió ningún tipo de prueba que pudiese darle sustento a esa teoría”.
La condena que arriesga el acusado, por tratarse de una pena de crimen y por concurrir la agravante de afinidad con la víctima, el tribunal debiera imponer la pena en su grado superior, partiendo de los cinco a 15 años de presidio. Esto dependerá de si los jueces acogen la atenuante de irreprochable conducta anterior, lo que se conocerá el próximo lunes, a las 12.50 horas.