
Aránguiz se encontraba formado, cuando repentinamente cayó al suelo bruscamente, alertando a los espectadores de la ceremonia.
Ante la situación, corrió a socorrerlo al lugar el médico de la Armada Damián Muñoz.
También se encontraba el doctor Claudio Urrea, quién saltó una valla y corrió hasta el lugar para salvar la vida del uniformado.
Al percatarse que no tenía pulso, Urrea procedió a realizar masaje cardiaco, mientras Muñoz efectuaba respiración artificial al afectado.
Momentos de intensa angustia se vivieron mientras los profesionales practicaban las maniobras de reanimación, ya que el sujeto no reaccionaba.
Afortunadamente, las acciones de Urrea y Muñoz surtieron efecto y revirtieron el paro, aunque Manuel Aránguiz no recuperó la conciencia.
Hasta el lugar concurrió personal del Samu, quienes le suministraron oxígeno.
Mientras era trasladado hasta el hospital naval, los galenos se percataron que Aránguiz presentaba una hemiparesia derecha, lo que indicaba que sufría un compromiso del sistema nervioso central.
En el centro asistencial, Aránguiz fue estabilizado. A las 19.00 horas fue trasladado hasta el Hospital Regional Dr. Lautaro Navarro, donde se le practicaron exámenes para determinar las causas del paro.
Aránguiz habría sufrido un derrame cerebral. Su diagnóstico es reservado.
El doctor Urrea manifestó que si bien los servicios de urgencia concurrieron a tiempo, era criticable que no hubiese una ambulancia en el lugar.
“Fue un evento que congregó a gran cantidad de personas. En estos casos es nesesario disponer de una ambulancia para no tener que lamentar situaciones evitables”, dijo.
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