“Tremendo” espectáculo en Cabo Negro

General
29/03/2010 a las 12:20
Una gran expectativa había despertado la fecha que se realizó ayer en Cabo Negro.
Las comparaciones con la última carrera eran inevitables. Las dudas respecto a qué tan influyente había sido la presentación de la Turismo Carretera (TC) en la convocatoria de público, fueron temas de conversación durante un mes, y cuánto crecería el parque de la TC-2.000 en este tiempo, era algo que todos querían saber, y las posibilidades de tener un campeón anticipado, eran ciertas.
Casi todas se despejaron ayer, en una jornada entretenida para los asistentes al Autódromo de Cabo Negro.
Estuvieron buenas las carreras, de eso no cabe duda. Partieron con algo de atraso, debido a la suciedad sobre la superficie del asfalto, pero gracias al clima bondadoso ese hecho no pareció molestar a nadie.
Chevette 2
La Clase 2 fue la encargada de abrir el espectáculo y lo que se pudo apreciar fue exactamente eso. Manuel Maldonado, Horacio Bocazzi y Pablo Díaz no se dieron tregua, corrieron la primera manga casi en una línea, intercambiaron la punta innumerables veces, se la jugaron en cada curva, y no hubo ningún roce injustificado.
La tónica se mantuvo durante todo el día, tal es así que se repartieron una manga cada uno.
Chevette
La categoría tuvo cinco protagonistas en las tres series: Pardo, Carrasco, Henríquez, Olivares y Prieto.
En la primera batería, Olivares y Pardo sufrieron despistes que los obligaron a remar desde atrás -en el caso de Pardo se podía apreciar un golpe grande en la puerta derecha-, y por ello no lograron adjudicarse la competencia. El que resultó más beneficiado con los accidentes fue “Lalo” Carrasco, aunque su relajo sólo duraría una manga. Las siguientes tandas fueron muy disputadas, y ambas se las adjudicó Richard Pardo.
Curiosamente, los protagonistas de la categoría fueron pilotos que han tenido una irregular participación en el campeonato. En el caso de Pardo, se puede decir que regresó del retiro, pero que durante años fue figura en el autódromo. A todos estos pilotos es agradable tenerlos de regreso, porque presentan buenos autos, manejan bien, y no se “condorean” casi nunca, por eso se agradece tenerlos nuevamente.
Notable Carrasco. Si hubiera corrido todo el campeonato con esa preparación y manejo, sería uno de los candidatos fijos al título. Veloz Olivares, porque uno estaba más acostumbrado de verlo ir al roce, que al manejo fino, y en esta oportunidad fue todo lo contrario. Prieto estuvo a la altura de la circunstancia, y Solo de Zaldívar expectante, con la cabeza en el campeonato.
Lada
La categoría Lada es, hoy por hoy, la reina de la pista. Es la más numerosa y son los autos mejor presentados (se podría comer bajo el capot de Peter Morrison), y como si fuera poco, se pelean las posiciones a morir, aunque sea la octava o novena, nadie regala nada.
Morrison estuvo sólido de principio a fin, ganó dos mangas, y tuvo un segundo lugar en otra. Andrés Navarro mejoró mucho desde la última carrera, y se adjudicó una manga.  A Marko Masle le costó un poco más, pero finalmente logró colarse en el podio.
En la última batería, el piloto del Club de Volantes Cristian Velásquez, sufrió un espectacular accidente. Mientras giraba en la zona trasera de boxes, su auto perdió tracción y se puso de costado, luego se trabó, y comenzó a dar vueltas sobre el asfalto. No hay certeza respecto a cuántos tumbos tuvo el volcamiento, pero fueron muchos. Por fortuna, los elementos de seguridad funcionaron a la perfección, y Velásquez resultó ileso.
TR-4.000
Estuvieron tan disputadas las series de la TR-4.000, que no se notó que habían pocos autos.
Guillermo Almonacid sorprendió con su preparación y manejo. El auto era rapidísimo y “Willy” lo llevaba a fondo, hubo una cerrada lucha entre él, Erick Tejeda, y Alexis Ravena (mientras tuvo auto). Todas las mangas fueron disputadas y al final Tejeda logró imponerse, pero no con la facilidad que lo hacía antes.
TC-2.000
Aquí algo no está bien, es muy probable que sea el reglamento. En la ansiedad de salir a correr, tal vez no se tomaron las decisiones adecuadas respecto a las categorías, hay demasiada diferencia entre los autos, y las carreras en las que no hay disputa son “lateras”. Todavía están a tiempo de hacer los ajustes que se requiere en una clase que tiene futuro, pero le hace falta competencia dentro de la pista.

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