
Tengo un hijo de 1 año y 1 mes, Sebastián, el día domingo 14 mi hijo comenzó con un poco de fiebre, a lo cual le dimos paracetamol para controlarla . pero el día lunes ya comenzó con un cuadro de diarrea severa y vómitos , nos dirigimos al SAPU del consultorio Bencur, el médico de turno ( de medicina general) , el que diagnostico una gastritis de nuestro hijo , nos dio los medicamentos a suministrarle que básicamente consistieron en hidratantes para combatir una posible deshidratación, se los suministramos según su prescripción , nuestro hijo no presento ninguna mejoría , seguían los vómitos y la diarrea severa , nos dirigimos al servicio de urgencia del hospital regional el día martes 16 por la noche aprox. 21:30 . como es habitual la espera del turno de atención habiendo descrito los síntomas en una ventanilla donde , personalmente dudamos que aquella persona resuelva sobre que es una urgencia y que no , en fin , el médico pediatra de aquel turno Sr. Juan Pablo Rider, volvió a diagnosticar lo mismo y exactamente recetar lo que anteriormente ya nos habían recetado para nuestro hijo , a sola excepción de un medicamento , supositorios para según el evitar la diarrea , situación que tampoco lo evito , esa noche al volver a nuestro hogar fue eterna , nuestro hijo se agravaba , con vómitos , su mirada desorientada , ojos hundidos , piel seca, por nombrar algunos síntomas , de los cuales fueron exactamente vistos por aquel medico ,fue media hora de espera para una atención de minutos, al medio día siguiente nuestro hijo empeoro , cada liquido que recibía lo vomitaba , estaba ido , sin fuerzas, sus ojos se perdían en una mirada sin norte , volvimos al hospital , luego de la misma rutina y explicándoles a las "personas que diagnostican el nivel de urgencia” , nos hicieron esperar nuestro turno , si bien comprendemos perfectamente que cada niño es una urgencia , nuestro hijo estaba muy lejano a los otros que esperaban su turno hablando , riendo , o mejor que él , volvimos a insistirles a las personas que custodian las entradas a los pabellones porque demoraban tanto en atenderlo , insistiendo en que lo miraban su rostro casi sin aliento , solo encontrábamos la respuesta esperar nuestro turno , Sres. del Pingüino . si mi señora no irrumpe e ingresa a los pabellones de urgencia nuestro hijo muere en nuestros brazos, estaba totalmente deshidratado , con su pulso muy bajo, inconsciente, y con proximidad a paro cardiaco , afortunadamente de entre tanta negligencia existió la pediatra de turno que rápidamente llamo al médico UCI de turno y reanimaron a nuestro bebe ,el ahora está en la uci pediátrica estable , estuvo a punto de morir y nadie nos escuchaba , nadie de aquellos funcionarios que se dicen querer su labor , fueron capaces siquiera de ver el rostro de nuestro hijo que no era igual a lo normal de un bebe, señores no sé si mi historia les interese somos unos padres que hemos vivido en carne propia lo negligentes que pueden ser los canales que conducen a llegar a la medicina , y eso nos frustra bastante no solo por nuestra experiencia , sino también por aquellos que no tienen el coraje que nosotros tuvimos para irrumpir en un servicio que nos debe resguardar la vida ante todo... ojala esto le sirva a alguien para luchar por lo que más aman , como nosotros.. Los hijos. Agradecemos al doctor Linz que es una persona y medico excepcional y ustedes Diario Pingüino por ser la mejor alternativa de información. Ricardo y Karina