El 2008 una niña de tan solo 16 años fue violada, producto de lo cual quedó embarazada y en septiembre de ese mismo años dio a luz un bebé. Dos años después la víctima y el entorno de ella sienten que se hizo cierta justicia al saber que ayer el autor de este delito fue condenado a siete años de cárcel.
J.A.D.C. fue condenado por el Tribunal Oral en lo Penal como autor del delito consumado de violación en contra de la hija de su cónyuge, de 16 años de edad, pena que por supuesto deberá cumplir sin ningún tipo de beneficios.
La persecución penal estuvo a cargo del actual fiscal regional Juan Agustín Meléndez, quien apoyó en el juicio oral a su colega especialista de delitos sexuales, Fernando Dobson Soto.
Lo importante para los profesionales fue acreditar frente a los jueces el ilícito desvirtuando con esto la versión del acusado, quien siempre sostuvo que la relación sexual con su hijastra fue consentida, en el domicilio que ambos compartían.
Lo más grave para los representantes de la  fiscalía fue que el delito lo cometió aprovechándose de la confianza que la mujer depositó en él y de la situación de privilegio y poder que le significaba estar solo con la menor.
Un día de enero de 2008, encontrándose la víctima, de 16 años, en su domicilio junto con el marido de su madre, este último se aprovechó de ella, dada la situación de privilegio y poder que le significaba estar solo con la pequeña, a quien procedió a ingresar a la habitación de la víctima, para acto seguido meterse en su cama y cometer el delito por el cual ahora fue condenado, siendo que la víctima le solicitaba que no lo hiciera. Pese a ello, y mediante actos de fuerza, la violó.
El abogado defensor, José Miguel Navarrete, señaló al término del juicio que el próximo paso será analizar detalladamente los términos de la sentencia, para recién ahí evaluar la presentación de un eventual recurso de nulidad.