
El Viernes Santo quedará grabado para siempre en la retina de esta conocida familia magallánica. Tanto el padre Freddy Caibul, como la madre, Celia López, fueron abruptamente alertados del atropello del hijo menor a la salida de ZonAustral. El progenitor estaba cerca, en Villa Friburgo, y salió rápidamente. Al llegar se encontró con mucha gente que rodeaba a su hijo, que estaba en el suelo. La impotencia y ofuscación casi le impidieron subirse a la ambulancia, pero al final lo consiguió.
Aunque los paramédicos aseguran que el niño estaba inconsciente, el padre comentó a su esposa que cuando iban camino al hospital él le habló a su hijo y que Darío le respondió con la mirada. A partir de ese momento para ellos la vida de su último retoño quedó en manos de los médicos y de Dios.
Solamente la esperanza
En medio de estos momentos tan duros, Celia López Sierpe dijo que “lo único que nos queda es la esperanza”. La misma que le debe a tanta gente que se acerca a saludarlos al hospital. A todos los amigos de su hijo. “Ellos me han dado mucha vibras positivas, que son las que me mantienen con esperanza. Porque es muy duro cuando te dicen que tu hijo tiene solamente un cincuenta por ciento de vida”.
Con la pena que solamente puede sentir una madre en momentos tan duros como estos, destaca la fuerza y lucha de Darío por vivir. Dice que la perseverancia es una de sus virtudes y asegura que esto le permitirá salir adelante.
Segunda oportunidad
“Pienso que Dios le está dando una segunda oportunidad, porque me lo pudieron haber matado. Si con el puro impacto voló más de 50 metros y me dicen que al caer trató de cubrirse la cabecita”.
Retrotrayéndose al fatídico viernes, Celia López recuerda que ese día terminaron de almorzar como a las 15.30 horas y con su hermano salió a andar con la “cuatri”, aunque ella le pidió que no lo hiciera haciéndole ver el sentido de recogimiento del Viernes Santo. Después volvió a la casa y le pidió permiso para ir a patinar a ZonAustral porque estaba aburrido. “Después de reírse un rato me dio un beso y se fue. Desde ese momento no supe más hasta las 20.30 horas en que llamaron al celular de mi otro hijo, Pablo, el cual me lo entrega y me dice: quieren hablar contigo. Un chico me dice tía a Darío lo atropellaron y voló lejos, así que por favor venga. En esos momentos me trastorné y por suerte estaba con mi mamá y dejé todo tirado”.
Mucho apoyo
Lo más impresionante para Celia y su marido ha sido comprobar el cariño que le tienen a sus tres hijos. Mañana y tarde los amigos copan los pasillos del cuarto piso del Hospital Regional Doctor Lautaro Navarro. Los mismos que han formado cadenas de oración y enviado mensajes de esperanza en el Facebook. Este apoyo lo sienten muy cercanamente, al igual que las mismas amistades de los padres y familiares del estudiante del séptimo año B de la escuela Pedro Pablo Lemaitre.
En estos momentos deben esperar que transcurran 72 horas, según le dicen los médicos. Darío se encuentra estable, no ha sufrido un estado de agravamiento, pero deben pasar los tres días que aconseja la ciencia. De ahí vendría otra evaluación, con otro escáner, y nuevas decisiones.
La madre dijo que esta desgracia los ha unido mucho más como familia. “Creo que mi hijo nos ha dado una gran lección de vida. Y sus hermanos Freddy (16) y Pablo (14) son los más afectados con todo esto”.
Darío Caibul continúa internado en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrico del hospital regional.