
Luisa Riquelme Aravena se había coludido con la cajera Karina Valdés Aravena y el 4 de diciembre, alrededor de las 13.30 horas, llenó un carro de mercadería. El plan era que la gran “compra” pasara por la caja de Valdés y así lo grueso no quedaría registrado.
Según la acusación del fiscal, las mujeres, previamente concertadas, procedieron a sustraer diversas especies. Luisa Riquelme introdujo en un carro de compras 19 prendas de vestir, 37 bebidas alcohólicas (entre whisky y ron) y diez juguetes, especies avaluadas en la suma de
$ 460.516, y al momento de pasar los productos por las cajas recaudadoras, Valdés Aranda sólo consignó la suma de $ 7.819, siendo descubiertas al activarse la alarma de una de las especies en los instantes en que Riquelme Aravena abandonaba el recinto del establecimiento”.
Mediante un requerimiento en procedimiento simplificado, las mujeres aceptaron su responsabilidad y fueron condenadas por el juez Juan Villa Martínez a la pena de 301 días de presidio, como autoras del delito de hurto simple. Por cumplir con los requisitos de la ley pudieron acceder a la remisión condicional de la pena privativa de libertad impuesta, “debiendo las condenas permanecer durante un año bajo el discreto control y observación de la sección correspondiente de Gendarmería”.