
Desde el retorno a la democracia, el país ha estado dedicado a dar forma a un nuevo proceso histórico destinado a remover la conciencias ciudadanas e incentivar la participación activa de su gente para acelerar los cambios estructurales que el país necesita para incorporarse a la globalización mundial en que la interacción económica, social y política es fundamental implicando una participación más activa en la toma de decisiones. Los alcaldes y concejales en el presente, son elegidos por sus comunidades en votación democrática y hoy ya están incorporados activamente al quehacer comunitario y convencidos espiritualmente a demostrar que son capaces de ayudar a levantar a sus pueblos destruidos por la furia de la naturaleza en la zona centro sur del país. Los resultados de la prueba de selección universitaria y la propia prueba SIMCE han demostrado que aún seguimos siendo deficitarios en calidad educativa. Muchos concejos municipales trataron de implementar sistemas conducentes a mejorar la calidad de la educación al parecer sin resultados concretos ya que al poco andar fueron los propios alumnos que se tomaron los colegios y salieron a las calles a exigir sus derechos a una mejor educación y mostraron a la opinión pública las deficiencias de sus colegios y la sociedad civil los apoyó en sus demandas a través de sus organizaciones sindicales y comunitarias lo que dio motivo a formar comisiones de estudio para analizar el problema educativo terminando esta etapa del proceso con una ley discutida en el congreso nacional y aún con los cambios ejecutados las municipalidades han seguido cumpliendo la misión administrativa de los colegios a su cargo a través de las subvenciones educacionales y esas funciones aún permanecen sin alteraciones. Los alumnos consideran insuficiente la educación que están recibiendo en las escuelas municipales lo que no les permite llegar en buenas condiciones a las universidades y tampoco al campo profesional y laboral. Se quiso hacer de la educación un pilar de desarrollo, mejorando la infraestructura de los colegios y dignificar la profesión mediante el aporte extraordinario de recursos del estado, la promulgación de un estatuto docente y ello no ha sido suficiente y no se han visto resultados efectivos, menos ahora que el sistema escolar se ha visto azotado fuertemente por el terremoto y muchos establecimientos quedaron destruidos y otros seriamente dañados. El problema se ha agravado considerablemente y parece ser de difícil solución ya que cualquier modificación o reforma que se quiera introducir en el sistema educativo, debe hacerse con proyecciones a largo plazo, porque está en juego el futuro de nuestras próximas generaciones. Sin duda alguna la educación merece un trato especial no sólo en el aspecto material sino también en lo humano y espiritual.