El izamiento del pabellón nacional frente a la Prefectura de Magallanes será el único acto oficial de Carabineros para conmemorar el próximo 27 de abril los 83 años de vida institucional. Debido al terremoto que sufrió Chile, y lo perjudicado que se vieron cientos de carabineros, el mando optó este año por dejar de lado la palabra festejos e imprimirle un signo de austeridad.
El jefe de zona, general de Carabineros Cristian Llévenes, dijo que frente a este inesperado escenario, marcado por la catástrofe natural que sacudió al país, “este año vamos a conmemorar, pero no celebrar, una fecha tan importante y trascendente para nuestra institución”.
Aunque no por esto se dejará de reconocer el trabajo que día y noche realizan los carabineros en Magallanes, “sobre todo de quienes han logrado mantener en alto la imagen institucional y han cumplido con creces los objetivos que nos hemos propuesto” expresó el general; además de hacer un recuerdo de los mártires y de quienes alguna vez pasaron por la institución.
Este año solamente habrá una misa y no el tradicional desfile del 27 de abril. El programa contempla, además, trabajos de integración con la comunidad, como operativos cívicos en sectores rurales y urbanos; y actividades deportivas, dirigidas a estudiantes, organizadas por personal del Gope.
Labor policial
Las estadísticas del trabajo y respuesta policial lo dejan bastante satisfecho, porque las cifras así lo reflejan. “Hemos enfrentado grandes desafíos, con resultados muy favorables y un gran número de personas puestas a disposición de los tribunales. En el área investigativa también tenemos buenos resultados, como el caso reciente de un paradocente fallecido y el crimen del Viernes Santo, resulto rápidamente”, destacó el jefe zonal.
Sin embargo, deja expresa constancia que cuando suceden hechos tan violentos, como la muerte de una persona y accidentes de tránsito fatales, “uno como policía no puede sentirse satisfecho, porque tenemos que ser un aporte antes y para ello necesitamos llegar a las conciencias de las personas”.
Al general Llévenes le gustaría que el comportamiento de la ciudadanía no dependa de un control, sino que responda a una autodisciplina y hábitos de las personas. “Para nosotros sería importante llegar al segmento más joven y contarles algo tan básico como es lo que sucede cuando alguien conduce ingiriendo alcohol”.
Profundamente sorprendido se encuentra el oficial con el excesivo consumo de bebidas alcohólicas en Magallanes, uno de los más altos del país. Un mal que deja personas gravemente lesionadas y muertos por accidentes de tránsito. Llévenes advierte sobre la importancia de evitar que un conductor que bebió tome un volante. El otro fenómeno regional que le preocupa es la violencia intrafamiliar y el uso de arma blanca, pese a estar penado por la ley. Más que el control policial, que vendría a ser el último eslabón de la cadena, el general apuesta a la conformación de hábitos y a la educación.
