
Por estos días, el menor está intervenido con una sonda para alimentarse, ya que aún no puede hacerlo por sí solo. La madre de Darío, Celia López, manifestó que la recuperación es lenta, y que su hijo, desde su nacimiento, tenía una hemiparesia en el lado izquierdo. Esta patología corresponde a una dificultad motora, la cual se vio acentuada después de su accidente. Debido a esto, dos kinesiólogos le brindan atención dos veces al día. “Y ahora estamos viendo la posibilidad de integrar al tratamiento un sicólogo, porque el impacto emocional es fuerte. Para él, todas las ganas de vivir que mantiene, no se ven respaldadas por la parte física y eso es difícil”, puntualizó la madre, que desde un principio se ha mostrado muy fuerte ante la adversa situación que le ha tocado vivir.