"Qué  clase de justicia es esta”, se pregunta Jeanette, la madre del niño de tres años que fue violado por un menor de edad el año pasado y que quedó en libertad el miércoles pasado.
Jeanette contó ayer en el programa Lo Que Dejó el Día en Pingüino Radio, visiblemente afectada por estos hechos, que toda su vida cambió luego de este salvaje ataque y que sicológicamente está mal, expresando que “en todos lados veo la maldad, no puedo tener un hombre en mi casa, ya no confío en nadie, para mi todos tienen la mente sucia”.
La madre comentó que al victimario le entregó todo el amor y lo recibió como si fuera un hijo más, y no puede entender cómo él hizo algo así.
“Yo le entregué todo mi cariño, todo mi amor, no había diferencias entre mis hijos y él, para mi era mi hijo. Él vivió entre seis y ocho meses con nosotros”, manifestó.
Sobre el momento en que la madre se dio cuenta de lo que le había pasado al menor, ella comentó que al llegar a su casa, donde estaba su hijo y el imputado solos, su hijo “estaba incado y le dijo que le dolía el ‘potito’, porque el Alex le había hecho ‘Yaiyai’ y yo no le creí, pero luego de un rato mi hijo me dice nuevamente que le dolía el potito y le pregunté qué había pasado y me dijo que el Alex le había hecho ‘nanai’ con su ‘pipi”, señaló la madre. Entre lágrimas, comentó que en ese momento se sintió pésimo y que no podía reaccionar: “Para mi fue terrible”, dijo.
Sobre la sensación que le dio la condena que le aplicaron al imputado, la madre respondió : “Yo estoy muy decepcionada con la justicia, el va a estar libre, sólo va a ir a dormir a la cárcel, imagínate cuántas personas dejan a sus niños solos. Él ya tiene la mentalidad sucia, se lo aseguro, lo va a intentar hacer nuevamente”, señaló.
Sobre su estado actual, Jeanette comentó que “ese momento para mi fue terrible. Todavía tengo eso en mi mente, ahora yo estoy tiritando, me dejó marcada para toda la vida”, agregando que “hoy no está con ningún apoyo psicológico”.
La madre comentó que hasta hoy no se perdona el haber traído a un extraño a su casa, y no tener el dinero para contratar un abogado para defender a su hijo.