
Ricardo cuenta que ha buscado soluciones, pero no ha obtenido resultados.
Ha intentado conversar con representantes de la empresa estatal, pero no ha logrado llegar a ningún acuerdo, ya que derivan el tema de un lado a otro y nadie se hace responsable de la situación, lo que ha provocado que esta se repita año tras año.
Lo último que hizo, fue entregar una carta de reclamo al seremi de Agricultura, Manuel Bitsch, al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), a ENAP y al Servicio Nacional de Salud, con la finalidad de pedir una solución definitiva a este problema que se acarrea por tantos años y que la empresa se haga cargo de las pérdidas económicas que este problema conlleva.
Vladilo comenta que cada animal muerto tiene un precio de $70.000 mil, por lo que ya lleva una merma económica de más de $ 2 millones.
Los animales muertos, comenta Vladilo, son carneros reproductores, por lo que la producción de la estancia ha bajado, trayendo más pérdidas a la familia.