
En un recorrido por el centro de Punta Arenas, se pudo observar que muy pocos edificios están preparados para cumplir esta ley dentro de los próximos tres años, incluso algunos deberán realizar modificaciones bastante importantes para poder lograrlo.
Este es el caso de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), oficina que se encuentra ubicada en un edificio con una escalera que es bastante empinada e imposible de subir por alguna persona que se desplace en silla de ruedas.
El Servicio de Impuestos Internos (SII) también presenta esta deficiencia, ya que posee una escalera en la entrada al edificio, aunque cuenta con un citófono para las personas con movilidad reducida, sistema que, luego de cumplirse la fecha tope para el cumplimiento de la ley, ya no servirá.
Fonasa es otro de los servicios públicos que presentan deficiencias para atender a los discapacitados, ya que para ingresar a sus oficinas, hay que subir siete peldaños, acción que una persona en silla de ruedas no puede lograr o un individuo con movilidad reducida no le resulta fácil.
El edificio del ministerio de Bienes nacionales tampoco cuenta con entrada para personas con discapacidad, ya que para ingresar, se tiene que subir cuatro escalones.
Uno de los edificios públicos más emblematicos de la capital de Magallanes es el de la Municipalidad de Punta Arenas, el cual tampoco cuenta con ingreso para discapacitados, excluyendo a estas personas de poder ingresar de manera autónoma.