
El rescate
Los cabos Torres y Muñoz estaban finiquitando un procedimiento policial en la Primera Comisaría, a través del Cuadrante Nº1, cuando les pidieron que se trasladaran de inmediato al sector de Paraguaya y costanera, porque en ese lugar una mujer se había internado al mar.
Una persona, testigo de esta situación, comunicó esto al fono 133.
“Al llegar y bajarnos del carro no veíamos prácticamente nada, porque estaba todo oscuro. Tuvimos que sacar unos equipos, que andan en el furgón, para alumbrar y recién en ese momento logramos divisar a la mujer que estaba al interior”, comentó el cabo Muñoz.
Los policías le hablaban tratando de persuadirla, pero no hacía caso y el oleaje comenzaba a llevarla al interior.
Torres recuerda que la mujer estaba choqueada sicológicamente. “Tratamos de instarla a que no siguiera avanzando hacia el interior, pero lamentablemente no hizo caso, así es que al ver que la estábamos perdiendo de vista optamos por meternos al estrecho”.
Tuvieron que desprenderse de las botas, los cinturones con el armamento y equipos que forman parte de la tenida y, pese a todo lo helada que estaba el agua en esos momentos, comenzaron a introducirse al mar hasta llegar a la mujer que había avanzado unos 80 metros desde la orilla. Lo que los favoreció fue que la marea estaba relativamente baja. El agua les llegaba a la altura del cuello, cuando lograron hacer contacto con la víctima.
“La abracé y se puso a llorar. Al principio se negó a salir del agua, pero la conversación con ella permitió hacerla cambiar de opinión”, indicó el cabo Torres, quien fue el primero en llegar a su lado. Era importante que recapacitara pronto, porque por todo el tiempo que había permanecido en el agua ya presentaba hipotermia.
Antes de esto los carabineros ya habían solicitado la ambulancia, así es que al salir con la mujer al exterior los paramédicos del SAMU le brindaron las primeras atenciones, tras lo cual la mujer fue llevada al Servicio de Urgencia del hospital regional.
Gracias a la acción heroica de estos funcionarios de la Primera Comisaría de Punta Arenas, la joven de 25 años, de iniciales A.A.H.C., fue dada de alta y, continúa viviendo, reencontrándose con sus familiares.