
Tras haber participado del primer módulo, “Implementación de una estación de monitoreo sísmico”, los menores ya cuentan con los conocimientos necesarios para entender cómo viaja una onda sísmica o cómo las personas se pueden comunicar cuando fallan los teléfonos móviles luego de un terremoto.
Todos los sábados los niños llegan a las clases gratuitas que se dictan en el kilómetro 7.5 de Barranco Amarillo, donde incluso se montó un mini museo de variadas disciplinas, como taxidermia, astronomía y energía.
El objetivo de este taller es darle a conocer a los alumnos las diversas fuentes energéticas que ofrece la naturaleza, para que ellos a fines de junio lideren una gran exposición que se organizará para mostrar a la comunidad los logros que alcanzaron en sus estudios.