
Nolasco Raúl Carrillo Martínez, quien coincidentemente y por buena conducta también cumplía su condena en el Centro de Estudios y Trabajo, andaba el martes en la noche conduciendo en estado de ebriedad y fue controlado en un operativo de tránsito rutinario de Carabineros.
Pero eso no fue todo. Porque el fiscal de turno, Felipe Aguirre, a quien la policía le comunicó la infracción reparó en el apellido del ciudadano, y buscó en el sistema computacional de la fiscalía arrojándole que había un “encargo”. Obviamente que la orden fue llevar a la comisaría a Nolasco Carrillo y ayer fue pasado a control de detención.
En la audiencia, la fiscal Alejandra Guevara lo formalizó por el delito de “quebrantamiento de condena en grado de consumado”.
Esto porque “el 6 de septiembre de 2009, estando esta persona en el Centro de Estudios y Trabajos (CET), autorizado por el Consejo Técnico, el imputado escapó por una ventana del baño, adosando un cable a uno de los pilares y un balde como apoyo para acceder a la ventana y salir al exterior y escapar del lugar, no regresando nunca más”.
En esa fecha, Carrillo Martínez cumplía diversas penas. Como dos sanciones de 61 días cada una “por conducción en estado de ebriedad y quebrantamiento de condena”.
Además de dos sentencias de 800 y 300 días (1.100 en total) por hurto y ebriedad causando daños. Todas estas penas, con cárcel efectiva, las terminaba de cumplir el 15 de marzo de 2011 en el Centro Penitenciario de Punta Arenas. Pero, antes optó por fugarse y sumar otra causa a todas las anteriores.
Sigue en fuga
El que aún sigue fugado es Sergio Jiménez Ortega, quien el 12 de marzo de este año también se fue del Centro de Estudios y Trabajo. Las escasas medidas de seguridad que existen en este recinto, dado que Gendarmería trabaja a partir de “la buena fe”, por tratarse de un lugar donde los internos disfrutan de un trato especial, en orden a conseguir su rehabilitación trabajando en diferentes áreas productivas, llevaron al interno a olvidarse de la “buena fe” y saltó un pequeño muro y se fue para la casa.
En ese momento, la directora regional de Gendarmería, Irene Silva explicó que en el CET los internos reciben capacitación y trabajo remunerado. Y que por tratarse de un programa especial de reinserción pueden transitar más libremente. “Nosotros trabajamos sobre la disposición de que estas personas tienen una disposición al cambio”.
Pese a todos los operativos y rastreos policiales, tanto de la PDI como de Carabineros, el peligroso interno que cumplía una condena de diez años de cárcel por asalto continúa prófugo.