
“No estoy de acuerdo. No importa a qué pero no estoy de acuerdo”. Esa parece ser la norma que siguen muchos comentarios de usuarios en foros, periódicos electrónicos o blogs de opinión en internet.
Oculto detrás de una pantalla y empuñando un teclado y un mouse, un usuario escribe sus opiniones sin miramientos, sin miedo y sin vergüenza al rídiculo, desde su trabajo o en la comodidad de su hogar. Lo más probable es que dichas opiniones jamás las haría de forma personal o individual frente al autor. Y lo que busca en que lo miren, que lo lean, que le encuentren la razón
Es la conocida raza en internet denominada “Troll”.
El troll, busca intencionalmente generar controversia y provocar a los demás con sus comentarios, creando muchas veces reacciones en su contra por el resto de los usuarios, desviando el tema central, provocando “flamewars o guerra santas” o simplemente llamar la atención.
Aunque originalmente el término solo se refería a la práctica en sí y no a la persona, un cambio semántico posterior ha hecho que también se aplique a las personas que presuntamente incurren en ese tipo de prácticas. Su origen etimológico más probable evoca la idea de «morder el anzuelo» (troll es un tipo de pesca en inglés). Se dice que el término nació en las antiguas redes de Usenet.
Por otro lado, los trolls pueden también proporcionar un valioso servicio al hacer que la gente se cuestione la veracidad de lo que se lee tanto en internet como en otras fuentes.
Los trolls son completamente insensibles a las críticas (constructivas o no). No puedes negociar con ellos; no puedes hacerles sentir vergüenza o compasión; no puedes razonar con ellos. No se les puede hacer sentir remordimientos. Por alguna razón, los trolls no sienten que estén obligados a seguir las normas de cortesía o responsabilidad social. Ellos escriben y critican acerca de todo. Todo está mal.
A lo mejor usted piensa “Sin duda habrá algo que pueda escribir que haga cambiar a esta persona de opinión”. Pero un auténtico troll no puede ser cambiado mediante simples palabras. Lo siento.
A algunas personas —especialmente las que han estado conectadas a internet durante años— no les afectan los trolls, los consideran un inevitable riesgo de usar la red. Como señala el dicho, “no puedes tener un picnic sin hormigas” el símil en la red podría ser “no puedes escribir algo en internet sin tener un troll”.
Estaría bien si todo el mundo se lo tomara con tanta calma, pero la triste realidad es que los trolls desaniman a la gente.
Los trolls ansían atención, y no les preocupa si ésta es positiva o negativa. Ven en internet un espejo en el que pueden mirarse en un éxtasis narcisista
Un relato real de la experiencia de un periodista que escribe en un popular medio en internet con respecto al trolling:
«Durante un mes fue constante. Cada vez que se publicaba un artículo en la web, sabía que lo siguiente sería un insulto, un comentario negativo, malintencionado, retorciendo cualquier cosa que acabase de decir, descalificando, con verdaderas ganas de hacer daño. No tenía ni idea de porqué, ni mucho menos quería saber quién o quiénes eran. La noticia publicada era importante y de repente era como vivir en un barrio en el que algunos vecinos te insultan cada vez que pasas por la calle sin razón alguna».
¿Qué lleva a estos sujetos, a estos «maleducados digitales», a actuar así, y qué puede hacerse para evitar su negativa influencia, su presión constante en contra del sano desarrollo de internet como un medio social? ¿Dónde deben situarse los límites de la tolerancia y la libertad de expresión en casos como éstos, que vulneran las más elementales normas de convivencia y lindan claramente con el trastorno psicológico?
Bueno, el único consejo válido hasta el momento es claro. “Don’t feed the troll-No alimentes al troll”.
A continuacion una lista de los "troll" y su identificación. Con cariño.
Troll Matón: Amenaza tanto al autor como a los comentaristas con frases como “Te apuesto que si nos viéramos de frente no me dirías lo mismo”.
Troll Hacker: Siempre dice que te destruirá el PC son sus conocimientos informáticos”. Nunca sucederá. “Ahora mismo estoy enviándote un virus mortal a tu PC”.
Troll Fan: Defiende a muerte a su ídolo o a su personaje. En el mundo nadie puede dañarlo. “No pueden decir nada de Luis Miguel porque el es el mejor cantante de la Galaxia”.
Troll Grosero: No entra en razones, no critica ni aporta, sólo garabatea.
“Ese es un “%$&%, hijo de %&/$·, y son todos unos ·$%$·
Troll Burlón: Se burla de todo y es inofensivo:
“La noticia anterior no le importa a nadie pero si le importa al diario pero a mi no me importa”.
Troll Fijón: Se dedica a mirar toda la noticia, y busca los errores.
“No fue el 27 de Enero de 1979, sino el 28 de Enero. Y Enero es con mayúsculas”.
Troll Mafioso: Llama al pueblo a condenar la noticia.
“¡Irrelevante! ¡Amarillistas! ¡Noticia Repetida!
Troll Spam: El que siempre pone su sitio web.
Visiten www.misitio.cl donde hay mejores noticias”.
Troll Batman: Se lo toma como personal, siempre está pendiente
“Aunque me borres mil mensajes, seguiré escribiendo”.