
Hasta ahora, al pagar usando una tarjeta de crédito, el comercio estaba obligado a confirmar su identidad exigiéndole presentar su cédula de identidad y luego firmar un comprobante. En caso de fraude, si le robaban o clonaban la tarjeta era responsabilidad del comercio asegurar que fuese efectivamente el titular quien estaba haciendo la compra y si eso no se cumplía las personas podían impugnar los cargos fraudulentos, pero a partir de la próxima semana esto dejará de ser así y pasará a ser responsabilidad exclusiva de los usuarios, pues que no le resulte extraño si la respuesta que reciba por tratar de impugnar los cargos a su tarjeta sea y cómo sabemos que no es un autofraude o que usted no le paso voluntariamente la tarjeta y la clave a un tercero.