
El INE realizó este cambio para poder responder a las recomendaciones y exigencias que realizan organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), OCDE y la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU, a los países que registran un alto dinamismo en sus indicadores de trabajo.
A este nuevo sistema se le agregaron indicadores conocidos pero cuantificados con otros criterios, que miden niveles de fuerza de trabajo (ocupados, desocupados e inactivos); tasa de desocupación, participación laboral y ocupación; un registro según rama de actividad, categoría ocupacional, grupos ocupacionales y otros antecedentes complementarios como variables sociodemográficas.
Incluye además, detalles de los factores, características del empleo, modalidades de contratación y una nueva clasificación para una comparación internacional.