
La razón de esto es simple, si consideramos que sólo en Chile existen cerca de 5 millones de fumadores que consumen en promedio 8 cigarrillos por día, de los cuales un cuarto de ellos, pensando positivamente, arrojan los residuos de dos de sus cigarrillos al suelo en un día. Esto es un total de 2 millones y medio de colillas de cigarrillo tiradas en el suelo. Si le ponemos una masa aproximada a estas colillas, considerando que además que un cigarrillo peso en total 2,3 g y que un fumador normal deja –filtro incluido- un cuarto de cigarrillo como residuo, tenemos cerca de 1,5 toneladas de colillas de cigarrillos menos arrojadas en los suelos chilenos, obstruyendo cañerías, afeando parques y jardines, y reduciendo notablemente la huella de carbono o emisión de gases de carbono, los cuales son algunos de los gases colaboran firmemente con el calentamiento global.
Si consideramos también que estas colillas tienen generalmente el filtro elaborado en materiales plastificados, a todo lo anteriormente expuesto, debemos agregar que dichas colillas residuales, generan un problema adicional de contaminación, bien que estos sean sana o insanamente acopiados en los recipientes correspondientes, y este es su lenta velocidad de biodegradación, cerca de 12 años.
Necesitamos todo sea más limpio, con menos basura, más aire puro, menos huella de carbono y menos enfermos crónicos respiratorios por al menos un solo día. ¿Será que el próximo año no atrevemos a pedir dos días sin consumo de tabaco?