
Hoy, tras una semana del incendio, Rivas hace un llamado a la comunidad para que la ayuden con materiales de construcción que le permitan levantar un refugio, un segundo piso todavía en construcción en la casa de sus padres, donde se encuentra viviendo actualmente.
“Aquí no es la comodidad para vivir, pasamos mucho frío, pero queremos arreglarlo y volver a empezar”, manifestó Rivas. Ya ha recibido aportes de la municipalidad, el Hogar de Cristo, la Cruz Roja y la junta de vecinos, y ahora busca la colaboración de la comunidad, sobre todo de la gente que la conoce. “Yo sé que hay gente que no se ha enterado de lo que nos pasó, por eso quiero que me ayuden”, expresó.