
Para lo anterior, ENAP ha iniciado una búsqueda a nivel nacional e internacional, de tecnologías y metodologías que pudiesen ser capaces de cumplir con este objetivo. De este modo, han centrado sus acciones en conocer las nuevas tecnologías relacionadas al manejo de la gran cantidad de generación de residuos sin tratar, que tras procesos de producción limpia, podrían mitigar en parte los desafíos que plantea el cambio climático.
ENAP a través del proyecto de saneamiento ambiental, ha identificado dos tecnologías que hoy pudiesen presentar un valor agregado respecto de intervenir los residuos de suelos con presencia de hidrocarburo, concentrándose en la limpieza de fosas en toda la región, mediante la centrifugación y decantación, proceso que recupera el crudo presente en las fosas, y actualmente se encuentran investigando la tecnología de energía de Plasma.
Esta tecnología, destruye todo tipo de restos con temperaturas de más de 1.500 grados y puede generar energía, lo que lo convierte en un sistema moderno, limpio, eficiente y de la larga duración, capaz de tratar todo tipo de residuos, incluso los más difíciles, como neumáticos, productos peligrosos, sedimentos, plásticos, etc. El proceso permite además generar energía y diversos productos que pueden aprovecharse.
Esta tecnología se utiliza en la actualidad principalmente para destruir desechos peligrosos, por su manera limpia y eficaz de acabar con ellos. Por ello, algunas empresas en el mundo ya están trabajando para utilizar este sistema como sistema de valorización de residuos urbanos.
Así lo explicó a la Comisión de Medio Ambiente del Core, Ricardo Saquel, Director de Proyectos de Sanidad Ambiental de ENAP, momento en el cual destacó las enormes ventajas que el sistema presenta y las posibilidades de que nuestro país ingrese a la corta lista de países que han iniciado el tratamiento de residuos con claras ventajas económicas.