
Según datos entregados por la encargada del Departamento de Salud Pública y Planificación Sanitaria de la seremi de Salud, Carla Castillo, quien trabaja en distintas iniciativas enfocadas en prevención del consumo de tabaco, de los mil millones de fumadores que hay en el mundo, aproximadamente 200 millones son mujeres.
En todo el mundo, alrededor de un 40% de los hombres fuman, mientras que el 9% de las mujeres también lo hace. Aun así, la epidemia de consumo de tabaco por las mujeres va en aumento en algunos países.
El incremento que existe en los jóvenes que se declaran consumidores de cigarrillos, es significativamente alto. Una encuesta de las tendencias del tabaquismo en la población juvenil, efectuada por la OMS, reveló que, en la mitad de los 151 países estudiados, la cantidad de mujeres ligadas al cigarrillo era semejante al de hombres. Además, existen indicios de que la mayoría de estas muchachas seguirán fumando cuando sean adultas.
Motivos
Se ha detectado que algunas personas fuman porque creen, erróneamente, que ello es una buena forma de controlar su peso. En una gran cantidad de casos, la poca autoestima está asociada con el tabaquismo de las mujeres,
Las estadísticas mundiales señalan que cada año, 1millón y medio de mujeres mueren a causa del consumo de tabaco, y más de 5 millones de personas en el mundo, aproximadamente. La mayoría de ellas (el 75%) viven en países de ingresos bajos y medianos. Los profesionales preocupados por estos índices, son claros en destacar que si no se toman medidas urgentes, este vicio podría matar a casi 8 millones de personas cada año, de aquí a 2030, y 2,5 millones de ellas serían mujeres.
Tabacaleras
Está comprobado que las mujeres constituyen uno de los objetivos más grandes de la industria tabacalera, las compañías dirigen campañas de publicidad muy costosas hacia este grupo, mediante anuncios que explotan estereotipos de género y vinculan falsamente el consumo de este producto con conceptos de belleza, prestigio y libertad. La industria se concentra activamente en ellas, porque son relativamente pocas las que, por ahora, consumen tabaco, y cada vez tienen más poder adquisitivo para conseguir las cajetillas.
Es por ello, que controlar estos indicadores en las mujeres es una parte importante de cualquier estrategia de control de este problema social. Los programas de prevención y abandono de este dañino hábito, deberían integrarse en los servicios de salud materno - infantil y reproductiva. Las advertencias sobre los efectos nocivos del tabaco, deben tener en cuenta que la tasa de analfabetismo es más alta en las mujeres, por tal motivo, hay que utilizar imágenes claras para lograr que quienes no saben leer puedan entender los riesgos para la salud relacionados con el consumo de tabaco.