
A pesar de las bajas temperaturas, niños, jóvenes y adultos se dieron cita en la intersección de las avenidas Roca y San Martín. Hubo petardos, cornetas, gorros y bombos.
Quienes tampoco quisieron estar ausentes fueron los automovilistas, que tocando sus bocinas y con banderas flameando demostraron su alegría por la clasificación.
La celebración fue como corresponde: sin violencia y con los colores patrios en el alma, hermanados por la bandera nacional.
Este domingo, a las 15.30 horas, el cuadro transandino se enfrentará a México.