Tras una buena actuación en Sudáfrica, seleccionado nacional es blanco de miradas, ofertas y críticas. Sólo la disciplina, una autoestima positiva, tenacidad y determinación les permitirá triunfar más allá de la cancha.Contratos millonarios, reconocimiento público y un amplio abanico de oportunidades que se abren de la mano de sus logros, son parte de la vida de un futbolista de elite. El buen desempeño de los jugadores de la selección chilena en el Mundial contribuirá a sumar nuevas ofertas para estos astros de la pelota, y con ello engrosar la lista de los “afortunados”.
Pero ¿cómo puede manejar un jugador a su corta edad el peso de la fama y el dinero? Francisca Santana, psicóloga de la Universidad Andrés Bello, comenta que por lo general los adolescentes escolares y juveniles suelen tener una motivación común: la pasión por el fútbol, aunque con diferentes personalidades, familias, niveles socioculturales y actitudes psicológicas. Muchos desean trasformarse en jugadores profesionales para sentirse peritos en el deporte, viajar y cambiar su realidad.No sucumbir a las tentaciones
“En rigor, un buen deportista debe tener ciertas características, como por ejemplo, determinación, iniciativa, tenacidad, una autoestima positiva, disciplina, entre otras. Lamentablemente la realidad no siempre nos presenta a nuestros deportistas con tales condiciones y terminamos encontrándonos con jugadores con baja autoestima, con poca capacidad de comunicación, actitud justificativa ante los fracasos, problemas conductuales, entre otros”. Tales condiciones nos permiten comprender por qué muchos jugadores se ven abrumados con los excesos que experimentan en términos de dinero y popularidad, sucumbiendo ante las tentaciones, dejando de lado la racionalidad en función de un futuro que alguna vez fue claro para ellos.
En este sentido, la psicóloga explica que lo más indicado es que los deportistas se dejen asesorar por alguna persona que les merezca confianza y que tenga la capacidad de velar por el sueño que alguna vez este jugador tuvo, trasformando este sueño en una meta.
Otro punto a considerar es que los jugadores comprendan que son personas que están siendo constantemente evaluadas, por otros jugadores, técnicos y público, lo que aumenta el estrés en diversas situaciones. “Es importantísimo que exista un trabajo multidisciplinario entre los entrenadores, directivos, psicólogo deportivo y la familia del jugador con el fin de potenciar sus redes de apoyo”. Esto le permitirá sentirse más acompañado, seguro y orgulloso, tanto de él, como del medio donde se formó, resultando en factor protector para su bienestar personal.
Asimismo, es importante que se creen instancias para cohesionar al grupo de jugadores con el fin de aumentar la confianza, la motivación y el aislamiento social.
