
Cada vez que se habla de extender las horas de clases para los alumnos, surgen críticas que se refieren a una pérdida de tiempo y a falta de recursos económicos y físicos para que ese tiempo sea bien aprovechado.
Todo este debate se inició en 1997, cuando comenzó a implementarse la Jornada Escolar Completa (JEC), donde los estudiantes ingresaban a las 8.00 horas y salían cerca de las 17.00 horas.
A pesar de todos los años que han transcurrido, fue en 2010 cuando se dieron a conocer un par de investigaciones que señalaban los beneficios de este sistema, coincidentemente, con el anuncio del 21 de Mayo del Presidente Sebastián Piñera, quien afirmó que en las comunas más vulnerables, se evaluará la alternativa de que finalicen las clases cerca de las 20.00 horas.
Uno de los estudios los efectuó Sergio Urzúa, de la Nothwestern University, el que afirmó que las jornadas más largas disminuye el embarazo adolescente en un 4 %, reduce el porcentaje de abandono escolar en 32% y la posibilidad de ser arrestado baja en un 43%.
El otro análisis lo realizó el académico del Centro de Investigación Avanzada en Educación y Ph de la Universidad de Harvard, Cristián Bellei, consignó que el rendimiento de los alumnos mejoró con períodos de clases diarias más extensas, aumentando entre tres y cuatro puntos los resultados del Simce.
En Magallanes la situación del embarazo adolescente es una realidad preocupante, puesto que sólo en un establecimiento existen más de 30 niñas esperando un hijo.
El seremi de Educación, Raúl Muñoz, son varios los beneficios que se pueden conseguir en los menores cuando pasan un largo tiempo en los colegios, sin embargo, esa medida debe estar acompañada de un buen plan pedagógico, “que apunte a una formación integral. Además se evitan los malos hábitos que afectan gravemente a los adolescentes que caen en ellos”, aseguró.
De hecho, la autoridad adelantó que la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) está trabajando en un plan para extender el horario de dos liceos y cuatro escuelas de la región, donde se deben considerar las actividades a desarrollar en las horas añadidas y la alimentación de los alumnos.
“Este no es un trabajo fácil. Requiere de muchas planificaciones para que tenga un buen resultado, pero tenemos toda la confianza de que así será”, estimó Muñoz.
Se espera que en agosto o septiembre se pueda llevar a cabo la extensión horaria en los establecimientos locales seleccionados.