
De confianza
Según la versión de la madre, el imputado era amigo de la familia y en ocasiones los había ayudado económicamente, ya que son de escasos recursos.
González aprovechaba la confianza que la familia depositaba en él, para acercarse a la menor y dar rienda suelta a sus bajos instintos.
Según la víctima, el anciano habría cometido el ataque en reiteradas ocasiones. Además, contó que el sujeto la acosaba, aprovechando que arrendaba una pieza en calle Caupolicán, en las cercanías de su domicilio.
La niña presentaba un comportamiento extraño, aunque la madre no le habría prestado atención al principio. Sin embargo, lo que alertó a la madre fue que la menor padecía de incontinencia, por lo que la llevó al centro asistencial, donde verificaron que había sido abusada.
La niña le contó a su madre que el imputado le había realizado tocaciones en reiteradas ocasiones, y que incluso habría intentado acceder carnalmente. Además, la menor le comentó anteriormente que el imputado le habría realizado estos abusos, pero la madre no creyó lo sucedido.
Libertad vigilada
El sujeto compareció ayer ante la justicia acusado de haber cometido abusos sexuales en contra de la pequeña. El fiscal Iván Vidal Tamayo dijo que José Eulogio González habría realizado tocaciones a la niña en varias ocasiones, al menos en tres domicilios diferentes.
“El sujeto intentó acceder carnalmente a la menor en su propio domicilio, pero no lo consumó, aunque hay una violación tentada. Tenemos claro que estamos frente a una figura de reiteración y el imputado arriesga una pena que puede alcanzar los diez años de privación de libertad”, dijo el fiscal.
El imputado, además, fue condenado el 2005 en Punta Arenas por delitos similares, en contra de menores, a diez años de reclusión. Sin embargo, se le concedió el beneficio de la libertad vigilada. La madre de la víctima no conocía los antecedentes de José González.