La medida de traspasar las funciones de la desaparecida Oficina de Protección Civil a la Dirección de Desarrollo Comunitario y a la Dirección de Operaciones, no habría caído muy bien, especialmente, en esta última.
Esto, porque para operaciones significa que además de todas las responsabilidades que ya posee, en especial en la época de invierno, donde las emergencias aumentan de forma considerable, debe comenzar a hacerse cargo de otras labores que implican una alta responsabilidad.
El documento que señala la división del trabajo, indica que a operaciones le corresponde: “implementar y ejecutar planes, programas y proyectos destinados al establecimiento de estrategias comunales sobre la protección civil”, “elaborar y mantener actualizado el diagnóstico comunal en materias de Protección Civil”, entre varias otras obligaciones.
La decisión de deshacer una oficina y repartir sus labores, no habrían sido consultadas ni consensuadas, por lo que según fuentes internas al municipio, algunos altos funcionarios estarían evaluando solicitar vacaciones e, incluso, dejar su puesto.
En tanto, se habría confirmado que el director del Departamento de Tránsito, Sergio Oyarzo, continuará en su puesto, y no se le cambiará de funciones como se lo habría solicitado el administrador municipal, David Pérez.