Opiniones encontradas ha generado, desde un comienzo, el proyecto de impartir la carrera de medicina en la ciudad de Punta Arenas. Por un lado, están los académicos de la Universidad de Magallanes (UMAG), quienes, a pesar de las críticas, mantienen en pie la iniciativa,... y por otro, la versión del Colegio Médico local, quienes refutan la posibilidad de ejecutar el plan en las condiciones que se está llevando a cabo.
A comienzos de esta semana, la UMAG recibió la visita de importantes autoridades provenientes de la Universidad de Chile, una de las casas de estudio más reconocidas en el área de la medicina, para conocer desde cerca la ambiciosa e innovadora idea magallánica. En la oportunidad, los docentes capitalinos destacaron la intención de esta puesta en marcha, expresando que les parecía positivo que la región, en su condición de aislamiento y déficit de personal médico, educara practicantes de la salud. Sin embargo, a pesar de este potente espaldarazo, el presidente del organismo colegiado, Gonzalo Sáez, expresó: “Me parece que lo que aprobaron las autoridades de la Universidad de Chile fue el proyecto escrito, pero no la forma de llevarlo a ejecución en concreto”, desacreditando, una vez más, la indicativa fundacional.
Saéz argumentó que mantiene su postura, debido a que según lo expuesto en una declaración pública (ver cuadro), “todavía no hay resuelto ningún punto”. Estas observaciones -según su criterio- serían vitales para asegurar la calidad de los futuros profesionales. “La visita de personajes no cambia nada”, complementó.
Igualmente, arguyó que no tiene ningún propósito de coartar las intenciones de la UMAG, por el contrario, se encuentra consciente de la situación deficitaria en la que se encuentra la región con respecto a la falta de personal de salud, por lo cual están a favor de que se impartan los conocimientos para formar médicos en la zona. Indicó que sus aprehensiones se basan, principalmente, en que a los estudiantes se les debe asegurar una educación de calidad. “Sería una ventaja contar con un establecimiento, que facilite a la comunidad la posibilidad de formar médicos acá”, sentenció.
Así, el fuego cruzado entre las partes seguirá dando qué hablar, a menos que alguno de los protagonistas de este cuadro entregue una visión conciliadora sobre las ideas expuestas, y considere la opción de trabajar en conjunto por el bien de los pacientes que día a día sufren por las carentes prestaciones sanitarias que se dan en Magallanes.