
Pese a que Punta Arenas es una de las ciudades de Chile en donde hay más monumentos, no se les otorgan recursos para hacer su mantención. “Si no fuera por las empresas privadas no podríamos realizar esta labor. Me siento desvalido, pero la satisfacción de que la gente reconozca tu labor me da la fuerza para seguir adelante”, dijo Mansilla.
El artista agregó que “arriesgo, incluso, mi vida trabajando en altura, usando químicos como el ácido nítrico y otros sulfúricos que requieren de especial cuidado, porque es muy tóxico para la salud”.