Otra vez la corporación… Cuando ya parecía que la sensatez había arribado, nuevamente insisten en el descrédito sistemático hacia nuestro dirigente Julián Mancilla. No bastó que viniera el presidente nacional del magisterio, no sirvió de nada entrevistas con el alcalde y la “coincidencia en que hay que establecer un diálogo país en torno a la educación”, no bastó el apoyo contundente de la visita de nuestro máximo dirigente gremial, nada, cero… Lindas palabras de cortesía, rimbombantes declaraciones a la prensa local y el ataque que sigue y sigue… ¿Quién está detrás de todo esto?, ¿usted, señor alcalde, sus asesores, el señor Estefó?... Una vez más la pregunta: ¿quién gana con todo esto, se le hace algún bien a la educación que tanto dicen defender y que tantos desvelos les causa, alguien puede responder…? Como alumno que no quiere aprender nada de nada, insisten en un juego de demandas y contrademandas que nadie entiende. ¿Alguien puede explicar de cara a la comunidad cuál es el daño que ha hecho Julián a la educación de la ciudad, cuál fue su terrible descuido de funciones que le merece ser “sacado” de su cargo, qué realmente les molesta…? Pero díganlo, que alguien explique cuál es la causa que provoca semejante esfuerzo, gente, abogados, recursos, horas de trabajo, horas hombre para insistir en que Julián tiene que irse… ¿No tienen sus asesores, señor alcalde, usted mismo, preocupaciones mayores y realmente importantes para nuestra comuna, acaso no existen dificultades mayores y significativas a las cuales dedicarle su tiempo…? ¿No cree, estimado alcalde, que la persecución (disfrazada en la legalidad) es una bofetada a todo el magisterio local, no cree que es una descortesía hacia todo el profesorado… Porque si al presidente comunal de los profesores se le trata de esta manera, ¿qué le queda esperar al profesor de aula…? Sepa usted, gentil alcalde, que su accionar demuestra simplemente eso: desconsideración… Tiene usted que saber, gentil alcalde, que no siempre de palabras bonitas( aprendidas después de tanta y brillante trayectoria tras los micrófonos nacionales), se puede justificar todo el accionar, hay silencios, omisiones (sobre todo omisiones), que desnudan el alma de las personas, más que palabras, son las acciones las que nos desnudan  -cual recién nacido-, es nuestro trabajo el que dice (muchas veces) más de nosotros mismos… Lamentablemente necesitamos de una defensa corporativa, de una defensa  por nuestro dirigente y por nosotros mismos, necesitamos exigir el respeto que se merece nuestra profesión docente, ya basta de pisoteos impunes, nadie puede ser tratado de esa manera, qué están buscando, que salgamos a las calles una vez más, que nos movilicemos con las herramientas que tenemos a la mano…Colegas, colegas, no podemos seguir permitiendo que se nos trate de esta manera…¿Cuántas veces hemos de poner la mejilla?...Todo tiene su límite y la paciencia ya se está  agotando . Para ustedes, como siempre un abrazo. Menos para los que no dan la cara.
P.S.: ¿alguien tiene un encendedor?...(Sólo para la familia y amigos)