
La iniciativa financiada por el Ministerio de Agricultura a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) reunió a cuatro empresas de la provincia de Ñuble en la Región del Biobío, correspondiente a “Vinícola Portezuelo” con sus vinos "Trincheras de Quilo"; Mario Fernández de la Torre con "Lomas de Lonquén"; Rodrigo Villagra con su marca "Don Tomás" y la Sociedad “Llanos y Salgado” con "Maulén".
Apoyados por el Centro de Gestión Empresarial de Ñuble (CEGE Ñuble S. A.), estos cuatro productores fueron escogidos para desarrollar un modelo de negocio orientado a la microempresa vitivinícola del Valle del Itata, donde se conjugaron su condición de producción familiar, las características ancestrales de sus cepas (como País y Moscatel) y las condiciones emergentes del valle, para la producción de vinos.
Actualmente, los vinos de la zona de Portezuelo tienen bajo valor en el mercado, baja estandarización de calidad y poca diferenciación de los productos.