
Tras largas horas de negociaciones, y con los trabajadores esperando bajo intensas precipitaciones de agua-nieve, se informó ayer que el Gobierno extendía hasta el 31 de agosto la extracción del erizo, provocando confusión y un quiebre mayor entre quienes laboran en la actividad.
Pescadores artesanales cedieron a la prórroga acusando presiones. Empleados de plantas pesqueras rechazan la decisión y aseguran que seguirán movilizados.