
El último accidente grave en la Antártida ocurrió en noviembre de 2007 cuando el crucero turístico “Explorer” naufragó cerca de las islas Shetland del Sur con 185.000 litros de gasóleo a bordo. “El
Explorer transportaba 50 pasajeros que pudieron ser rescatados, pero ¿qué pasará si se accidenta uno de los grandes buques turísticos que llevan a 3.000 personas?”, se preguntó Retamales, que también dirige el Instituto Antártico Chileno.
Las fuerzas navales argentina y chilena fueron las encargadas de auxiliar a los tripulantes del “Explorer”, que fueron trasladados inicialmente a la base chilena antártica Frei y luego a Punta Arenas. Las direcciones navales de estos países “tendrán acceso y compartirán” todos los datos y especificidades técnicas de los buques que viajan a la Antártica, como el número de tripulantes o los resultados de las últimas estadísticas de seguridad del barco, señaló Retamales.
Según el Tratado Antártico, que entró en vigor en 1961, Argentina, Chile, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica son los cinco países con “responsabilidad primaria de búsqueda y rescate” naval en el llamado “continente blanco”. Sin embargo, los delegados del Comnap decidieron otorgar en la cita de Buenos Aires mayor protagonismo a estas cinco naciones.