Un nuevo colapso del Servicio de urgencia del Hospital Regional Lautaro Navarro Avaria se produjo la tarde del lunes, a raíz del exceso de pacientes que concurrieron al lugar para obtener atención que -según los encargados del centro asistencial-  no corresponde al lugar.
De acuerdo a lo expresado por el doctor Ignacio Iñíguez, quien es el jefe del servicio en cuestión, la situación se originó por la gran cantidad de consultas que deberían ser atendidas en los Sapus.
“No ocurrió nada especial, sólo un exceso de consultas sin importancia, consultas que no corresponden a la Unidad de Emergencias. Básicamente es porque se produce mucha consulta que no debiera realizarse acá”.
Según los datos entregados por el profesional, se registró un aumento de la patología respiratoria en niños que sobrepasó los 100 pacientes para un solo pediatra. Mientras que las atenciones el número fue mucho mayor, alcanzando la suma de 350 consultas, lo cual a todas luces es “excesivo”. “La espera llegó a superar las cuatro horas”, sentenció Iñíguez.
El 6 de julio, en el mismo centro hospitalario se ocasionó una situación similar, producto de la alta concurrencia de público en busca de tratamiento.
En su momento, el director del Servicio de Salud Magallanes (SSM), referido a las demoras que se originaron en el servicio de urgencias, argumentó que se debió a una consulta masiva de patologías que no son de urgencia y a una gran cantidad de personas que se fracturan producto de la escarcha.
“A esta altura las horas de atención primaria y de SAPU no se llenan completamente (…) Tenemos una adecuada consulta de urgencia bajísima, que ronda alrededor del 30%, el resto siguen siendo patologías leves como resfriados. Eso desde el punto de vista de las consultas produce un colapso”, destacó.