
El abogado y académico de la Universidad de Magallanes (UMAG) Pablo Vivanco, será el encargado de representar judicialmente – y de forma gratuita- a la afectada, por tratarse de una situación que atrajo “daños morales irreparables”.
A Guzmán, se le prescribió una fractura de coxis, por lo que se le recetó diclofenaco (antiinflamatorio para el tratamiento del dolor) y reposo por un período de diez días, lo cual a todas luces no es lo que finalmente padecía.
De esta forma, luego de haber expuesto los antecedentes del caso ante el Consejo de Defensa del Estado, se podrá saber cuál es la resolución de la Superintendencia de Salud.